La saliva es un protector natural de la boca, contiene minerales que fortalecen la estructura dentaria, remueve la placa y los restos alimenticios y mantiene húmedos los tejidos orales.
La sequedad de la boca es causada por una disminución en el flujo y esto puede ocurrir, por trastornos médicos, medicación regular que toman algunas personas, como antihistamínicos, descongestionantes, diuréticos o por tratamientos con radiación en la región oral.
Cuando todo esto ocurre, la salud oral puede deteriorarse rápidamente.
Básicamente, utilizando buenos hábitos de higiene, controles periódicos y adoptando medidas preventivas.
Visite a su dentista regularmente
El buen cuidado de la higiene oral en el hogar, puede ayudar a reducir y controlar la formación de la placa bacteriana, pero a pesar de todos los cuidados, no previene totalmente la formación del sarro (placa blanda calcificada).
El uso diario y constante de pastas dentales fluoradas y otros productos, recomendadas por su dentista, fortalecerán la estructura dentaria.
El oscurecimiento de los dientes con el paso de los años puede tener un tratamiento estético, mediante las opciones de tratamientos de blanqueamiento que le sugerirá su dentista.
Reemplazar piezas dentarias perdidas, mediante dentaduras artificiales, implantes y otro tipo de restauraciones, pueden llevar a tener una buena masticación, una mejor relación dentaria y mantener una estética ideal.
En los frecuentes controles preventivos, su dentista podría diagnosticar enfermedades que requieran de atención médica, como señales tempranas de Diabetes, Cáncer Oral, Micosis y otras más.
Mediante la prevención y los controles preventivos podemos llegar a una edad avanzada, conservando una buena función masticatoria y excelente sonrisa.